El 14 de noviembre de 1997 el Museo de Antropología de Tenerife reinauguró sus instalaciones en la Casa de Carta con la exposición “Alimentación y cultura”. Desde su inauguración en 1987, formando parte del Museo Arqueológico y Etnográfico de Tenerife, había estado dedicado a la exhibición de artes y costumbres populares de las Islas Canarias.
La exposición “Alimentación y Cultura” muestra diferentes aspectos de las dimensiones socioculturales de la comida a través de un recorrido por esa conexión entre los alimentos y las pautas culturales que regulan su consumo.
¿Por qué comemos lo que comemos? Para esta pregunta todas las personas tenemos algunas respuestas inmediatas, generalmente en relación con nuestras propias preferencias. Tendemos a pensar que comemos lo que nos gusta considerando que esto corresponde básicamente a nuestra libertad de elección. Sin embargo, los alimentos que comúnmente consumimos, la forma de prepararlos y cómo y con quiénes los comemos constituyen un complejo entramado que está fuertemente mediatizado cultural y socialmente. Los humanos podemos utilizar como alimentos una enorme gama de sustancias minerales, vegetales y animales, pero cada cultura selecciona un número relativamente pequeño de alimentos para consumirlos cotidianamente. Cocinar es una característica genuinamente humana, pero de las muy variadas técnicas para cocinar cada cultura recurre preferentemente a unas pocas. Por nuestra naturaleza estamos obligados a comer para mantener nuestras funciones vitales, pero no tenemos restricciones biológicas que determinen cuándo, cómo y con quién tenemos que comer. Y, de hecho, en diferentes épocas y en distintas sociedades varía lo que se considera bueno para comer, quiénes pueden compartir la misma comida y las maneras de ingerir los alimentos y comportarse en la mesa.
Con esta exposición, el Museo de Antropología de Tenerife se incorporó al creciente numero de museos en todo el mundo monográficamente dedicados a la alimentación -El Alimentarium de Vevey, Suiza, el Agropolis de Montpellier, Francia- o que le dedican espacios permanentes o exposiciones temporales, respondiendo así a una demanda del público por los temas alimentarios.
La alimentación humana es un complejo fenómeno que trasciende lo meramente nutricional; no nos nutrimos, nos alimentamos. Con los alimentos premiamos y castigamos, expresamos amor y cariño, manifestamos identidades, devociones, prestigio y poder. Esta es una invitación para que consideremos que los alimentos no son sólo buenos para comer, sino también buenos para pensar.